Los huevos turcos me tienen algo despistada, pues los he visto cocinados de dos formas, con una base de yogur y con la receta que hoy traigo. En algún momento haré la primera porque creo que me va a gustar tanto como esta, aunque no se parezcan en nada. Resultó ser un primero contundente, también es verdad que nos comimos dos huevos cada cada uno más las verduras, porque no quiero hablar del pan, como si no existiera, pero la verdad verdadera es que estuvo presente. Es un plato lleno de color, sabor y algo de frescura al ir el tomate crudo, ahí reside parte de su originalidad. Una comida limpia, ya que se cocina todo en la misma sartén, excepto los huevos que son cocidos, además de sabrosa y económica.
Y poco más que decir. Ah si, os veo la próxima semana.
Ingredientes:
-1 cebolla
-1 pimiento verde
-1/2 pimiento rojo
-2 tomates
-4 huevos
-Queso rallado
-Aceite, sal, orégano y pimentón
Preparación:
Se cuecen los huevos en agua diez minutos, se sacan y se pasan a un recipiente con agua fría para cortar la cocción. Se reservan.
Se pela y pica la cebolla con el corte que más nos guste, pequeña o en juliana, igualmente los pimientos. Se sazona. Una vez la verdura está tierna, se cubre con rodajas de tomate, se salan y se pone orégano por encima. Sobre ellas se ponen los huevos duros pelados y cortados por la mitad. Espolvorear pimentón es opcional, pero lo recomiendo. Se cubre todo con queso rallado, se tapa la cazuela y a fuego medio se deja hasta que el queso se derrita. También se puede gratinar en el horno.